Romper con la ansiedad en el trabajo
Con tantas formas de distraernos, puede ser fácil olvidar la importancia de las distracciones saludables. Aunque ver Netflix, las redes sociales, comer y consumir alcohol pueden ser distracciones entretenidas en el momento, pueden provocar ansiedad a largo plazo en lugar de una relajación significativa
Si usted es como muchos, puede que le cueste concentrarse en el trabajo. Puede que se sienta ansioso y abrumado, y como resultado, su productividad se resiente. Pero, ¿y si le dijera que hay una forma de salir de este círculo vicioso?
Con tantas formas de distraernos, puede ser fácil olvidar la importancia de las distracciones saludables. Aunque ver Netflix, las redes sociales, comer y consumir alcohol pueden ser distracciones entretenidas en el momento, pueden provocar ansiedad a largo plazo en lugar de una relajación significativa. Hacer deporte o participar en otras actividades físicas puede ayudar a romper ese ciclo de distracción y ansiedad. Estas distracciones saludables pueden proporcionar salidas beneficiosas para liberar el estrés y reducir los sentimientos de ansiedad a largo plazo. Incluso unos pocos minutos al día de distracción sana pueden hacer maravillas para ayudarnos a mantenernos concentrados, productivos y emocionalmente equilibrados a lo largo del día.
¿Porque necesitamos distracción en el día a día?
La distracción es una parte importante de la vida. Puede ayudarnos a salir de nuestras rutinas, explorar nuevos intereses y descubrir formas distintas de ver el mundo. Las distracciones saludables también pueden mejorar la capacidad para resolver problemas, aumentar la creatividad, reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar general.
La ansiedad es un sentimiento de preocupación sobre un evento incierto. Nuestro cerebro programado en modo sobrevivencia detecta un peligro y se genera una carga de dopamina. El cerebro de nuestros antepasados utilizaba esta dopamina al momento de buscar alimento, debían estar alerta para no convertirse ellos mismos en alimento. Sin embargo, hoy no buscamos comida cazando en lugares peligrosos sino pedimos el super por internet. Es mucho menos peligroso. Haciéndolo desde nuestro hogar el pedir alimento no es fuente de ansiedad. Pero la dopamina sigue existiendo solo que no funciona de la misma forma.
Ahora la dopamina se genera en previsión de un evento incierto y no porque estoy en el momento del peligro. Tomamos un ejemplo. Si estoy aburrido en algún momento del día puedo visitar Instagram o la red social que más le interesa. Algo en mi indica que no estoy bien, tengo aburrimiento. Por lo tanto, si no estoy bien mi cerebro indica que algo debo hacer. Ahí entra la distracción.
La distracción es la forma de aliviar la ansiedad. La distracción nos ayuda a hacer una pausa y ofrece a nuestro cerebro una acción que requiere. La distracción me permite evitar el peligro de la incertidumbre o del aburrimiento y provoca una acción que me hace sentir ya más cómodo.
¿Todas las distracciones son buenas?
Ahora bien, si la distracción es parte de mi cerebro de supervivencia, ¿todas las distracciones me harán sentir mejor? La respuesta es no, debido a que algunas distracciones se convertirán en adiciones que aportarán mayor ansiedad que a su vez pedirán nueva distracción.
Un ejemplo, ver Netflix. No es malo hasta muy interesante o divertido. Sin embargo, ver Netflix hasta las 3am resulta en un problema para levantarse al día siguiente. Ver redes sociales ¿es malo? No, puede ser bueno interesante o divertido. Sin embargo, ver redes sociales provoca ansiedad en una forma descontrolada.
Ahora ¿qué debo hacer?
Si quiero reducir la ansiedad que me produce la incertidumbre, debo utilizar distracciones saludables. Para mí esto significa encontrar actividades o cosas que hacer que den a mi cerebro un sentido y un propósito.
- Encontrar el trigger
¿En qué momento del día tengo la necesidad de distracción? ¿Qué es lo que desencadena que debo abrir mi teléfono y ver una red social? O bien, ¿qué desencadena que tengo necesidad de una copa o de pasar a la tienda para comprar algo para comer cuando no forzosamente tengo hambre sino antojo?
- La recompensa
Cuando tienes claro el trigger entonces ubicas la recompensa que mandas a tu cerebro. No tengo hambre, pero fui a pasear a la tienda a compras mantecadas para comerlas. La recompensa es el azúcar que me comí.
Estoy aburrido o abrumado por un proyecto y no encuentro suficiente información, me genera estrés, ansiedad por lo que necesito un break. Ese break es ver unas redes sociales para tener una recompensa de distracción o diversión. La recompensa es la distracción.
- Piensa
¿Cuál es el resultado que obtengo, cuánto dura, me pone más ansioso o no?
Si la recompensa que obtienes despues de responderte esas preguntas no es tan gratificante entonces tal vez la distracción que buscas no sea saludable.
- Sustitúyela o acomódala
Piensa en actividades que te ayuden a mantenerte centrado en tus objetivos y propósitos. Actividades que reduzcan la ansiedad, sustituyan el estrés por creatividad y mejoren el bienestar general.
Recuerda: La distracción puede ser beneficiosa, pero las distracciones poco saludables traerán más ansiedad al final. Céntrate en encontrar actividades o cosas que hacer que den sentido y propósito a tu cerebro a la vez que reduces los niveles de estrés y mejoras el bienestar general.
En resumen, debemos encontrar hábitos que sean gratificantes sin caer en malos hábitos.
Si nos centramos en las distracciones saludables en lugar de en las perjudiciales, podemos encontrar el equilibrio en nuestras vidas y ser productivos a la vez que felices. Así que recuerda que la próxima vez que te sientas ansioso da un paso atrás y observa tu entorno: ¡quizá sea hora de cambiar tu rutina por algo más saludable!
Por lo tanto, la respuesta para gestionar con éxito la distracción y la ansiedad es llenar nuestros días de distracciones saludables. Las distracciones saludables pueden ayudarnos a centrarnos en las tareas que tenemos entre manos sin sentirnos abrumados o ansiosos. También pueden dar salida al estrés y ayudarnos a relajarnos, de modo que seamos más capaces de concentrarnos y ser productivos cuando más importa.
Algunos ejemplos de distracciones saludables son:
- Pasear por la naturaleza
- Hacer yoga o ejercicios de estiramiento
- Escuchar música
- Leer un libro o una revista
- Jugar a videojuegos o juegos de mesa con amigos
- Realizar actividades creativas como dibujar, pintar, escribir o hacer manualidades
- Participar en actividades de voluntariado
- Atención plena
Atención Plena
El programa más completo en cualquier actividad que harás para lograr una distracción saludable que te da recompensa sin crear malos hábitos debe estar basada en atención plena.
Conseguir la atención plena puede ser una gran ayuda para concentrarse, reducir la ansiedad y permanecer en el momento presente. Consiste en ser consciente del entorno, los pensamientos, las emociones y las sensaciones corporales sin juzgar ni reaccionar. Con la práctica constante, puedes aprender a aceptar las cosas como son sin dejar de actuar cuando sea necesario.
Actividades de atención plena como la meditación, el yoga, la escritura de un diario y la expresión creativa pueden ayudarnos a controlar nuestras reacciones ante situaciones estresantes y a centrarnos en lo que más importa en la vida: nuestros valores, propósitos y objetivos.
La atención plena es estar haciendo, aunque sea 10 minutos, algo con la consciencia de lo que estás haciendo sin pensar en algo diferente. No se trata de ser experto en mindfulness sino más bien ser consciente de tus pensamientos y sentimientos mientras practicas una determinada actividad.
En conclusión, las distracciones saludables pueden ayudarnos a reducir la ansiedad y mejorar nuestro bienestar general. Es importante encontrar actividades que aporten sentido a nuestras vidas y que, al mismo tiempo, nos ayuden a sentirnos tranquilos y relajados. Las actividades de atención plena son una forma excelente de mantenerse centrado en el momento presente y lograr el equilibrio en la vida. Así que, ¡tómate un tiempo para ti cada día y disfruta de distracciones saludables!
Además, es importante establecer límites en el uso de las redes sociales; de lo contrario, corremos el riesgo de caer en hábitos poco saludables que pueden provocar más estrés o ansiedad. Asegúrate de tener un plan antes de utilizar las redes sociales, ya sea programando un temporizador o tener un objetivo concreto para el tiempo que le dediques. Por último, recuerda tomarte descansos de la tecnología y otras distracciones. Pasa un rato al día al aire libre, desconectado y en silencio: esto puede ayudar a reducir el estrés y hacernos más productivos.